Lazos
En esta ocasión decidí llegar más temprano del horario acostumbrado y pese a que había algunas personas en la sala, el número era menor que en otras ocasiones, aun así quise seguir con la actividad, expliqué la dinámica cómo cada día y aunque siempre he obtenido una respuesta amable, al principio nadie se anima a participar. Poco a poco observé que la sala se iba vaciando, decidí sacar un letrero que hacía alusión al taller y lo coloqué en la mesa junto a los materiales, esperando causar alguna curiosidad entre los familiares.
Minutos después dos chicas con batas, de aproximadamente unos 22 años, salieron de la sala de hospitalización y una señora les preguntó si ya podían pasar, una de ellas afirmo amablemente y se sentaron en uno de los sillones, mientras conversaban, una de ellas usaba su celular y la otra miraba un poco la mesa del material; la invité a ver las fotos y de manera inmediata aceptó participar, e incluso se cambió de lugar; vio con calma todas las fotos y sin ninguna pregunta ella misma empezó a hablar de lo difíciles que pueden ser las situaciones en el hospital, tanto para quienes llegan como para quienes esperan, me comentó que ella estudiaba danza y que estaba ahí para dar masaje a los pacientes y familiares, que le gustaba bastante poder acercarse así a la gente.
La chica seleccionó unas siete fotos que apartó del resto, pero al verlas juntas descartó varias, quedándose con cuatro, como si esa serie de imágenes lograra atrae toda su atención, luego de eso comenzó a hojear la revista, cortó cuidadosamente los contornos de las fotos y las ordenó utilizando toda la hoja de trabajo, regreso a la revista y ahora iba con mayor detenimiento, aunque las últimas páginas las empezó a pasar con mayor rapidez, hasta que vio una foto de una mujer la cual observó por unos segundos, la recortó y la posicionó en una de las fotografías que había seleccionado, después de visualizar las fotos decidió pegarlas cuidando que todas las fotografías cupieran perfectamente.
Al terminar me entregó el cuaderno y me dijo que había concluido, le pregunté si podía contarme por qué había elegido esas imágenes, me dijo que la primera le recordaba a su papá sentado y siempre pensativo, luego me habló de la que estaba justo abajo y me dijo que le gustaba la naturaleza y que tenía tiempo que ella no iba, aunque aclaró que sólo le gustan las partes con bosques y que sentía que tenía muchas ganas de estar sentada ahí, simplemente contemplando la naturaleza, mientras señalaba a la mujer que había colocado encima, pregunté que quien era la mujer y me confirmo que podía decirse que era ella, fue entonces cuando se le vio un tanto pensativa y guardo una pequeña pausa. Con las imágenes que quedaban habló en general de las dos, dijo que le gustaban las estructuras de ese tipo, donde la naturaleza se combinaba y que a pesar de ser imágenes donde había algunos muebles gastados y deteriorados por las plantas, para ella más bien parecía que las ramas abrazaban las cosas como si las hicieran parte de ellos, todo esto mientras la expresión de su rostro se hacía un poco más alegre que cuando habló de su papá y ella misma, pasaron unos segundos y dando un gesto amable, guardó los materiales con cuidado y me entrego su trabajo, yo pregunté si quería quedarse con el que podía hacerlo, me dijo que no que así estaba bien, me dio las gracias y regresó al lugar donde estaba con su compañera, platicaron un poco y salieron de la sala.
Su fotografía constó de 4 imágenes que se encuentran juntas y un recorté que aparentemente complementó a una de las anteriores. Dicho acomodo parecía tener una estructura similar a la que se forma cuando organizamos un álbum personal, donde podemos apreciar personas cercanas o lugares queridos.
La que está siendo protagonizada por una persona de edad avanzada viendo hacia una de las ventanas, da una sensación de estar contemplando o pensando, carácter que encontró en similitud con su padre, la cual generó varios suspiros durante su manejo, y momentos de silencio, así fue como ella logró apropiarse de la fotografía de tal forma que sirve para recordar a su padre, poniendo un poco en evidencia que tiene una importancia específica en ella, pues decide darle identidad a la persona en la foto y características específicas a pesar de no ser él. La imagen que se encuentra abajo de esta primera, pertenece a un bosque donde se aprecia un terreno amplio y despejado en un primer plano, aunque hay un poco de oscuridad, una luz logra entrar a través de los árboles, sobre esta imagen colocó a una mujer sentada de perfil, en el mismo cuadrante donde se encontraba el que le había reconocido como su padre, la mujer estaba cubierta con una chalina de modo que la cara no es visible, podría ser cualquier persona. En esta fotografía ella menciona algo que disfrutaba mucho, pero con el cual no ha podido conectarse desde hace tiempo, creando con la mujer una imagen de reconocimiento y de proyección de cómo le gustaría estar, curiosamente en la misma dirección en que vio a su padre y tomando roles bastantes parecidos, aunque en una imagen trabajó con una escala de grises y alto contraste mostrando cierta melancolía y en la otra colores brillantes con una luz de fondo que se vislumbra como esperanzadora para recobrar eso olvidado y tan bueno para su interior como lo son sus lazos con el espacio y la naturaleza. Las otras dos fotografías en la parte derecha del cuaderno se encuentran en una gama alta, son luminosas, y aunque en apariencia las fotografía contienen objetos que se ven afectados por el paso del tiempo, el desgaste y las apropiación del espacio por las plantas que crecen en lo que pareciera fueron casas, ella encuentra en las fotografía espacios que ahora están llenos de vida y que le parece de lo más hermoso.
La forma en que la naturaleza y el espacio se fusionan resulta de manera armoniosa, haciendo énfasis en los lazos que hay entre estas dos, como si una creciera sobre la otra pero tomando como guía la primera.
Las imágenes son referentes muy fuertes y tienden a tomar importancia según el contexto en que se miren y la previa experiencia de la persona que la observa, sin embargo la fotografía en si misma encierra un aura especial ligada a la memoria, es posible crear un "punctum", como el que denomina Barthes detonando vivencias y logrando estimular recuerdos, o añoranzas, volviéndolo un objeto preciado, donde su valor está completamente ligado al que le es dado por el poseedor de la misma imagen, sin embargo en este caso las imágenes presentadas no pertenecían a ella pero le son mostradas con la posibilidad de apropiación, generando un "punctum artificial" pero que se vuelve tan significativo como ellos quieran, mezclándose con lo natural del recuerdo, tal cual la imagen de las casas y plantas que ella eligió.
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Joyce Mtz. Medrano, Egresada de la facultad de artes plásticas con licenciatura en fotografía, ha concluido diversos diplomados y cursos con relación al arte, la cultura y la salud. Cuenta con varias exposiciones colectivas dentro del estado de Veracruz, México y Graz, Austria. Desde hace tres años se dedica a la docencia fotográfica en diferentes niveles educativos, ademas de trabajar en proyectos fotográficos personales y de índole social de manera independiente.
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