La Manzana y La Mariposa
Pasó tiempo antes de que alguien quisiera participar, después de algunosminutos, una joven de aproximadamente unos 20 años llegó un poco apresuradacon unos papeles y comenzó a hablar con una señora, quien parecía ser sumadre. Al terminar de hablar con ella, miró de lejos la mesa donde se encontrabael material y decidió acercarse a verlo, después de mirar por varios segundos, mepreguntó que de qué se trataba, le expliqué la dinámica, ya que ella no seencontraba en la sala cuando la comenté, y entonces se sentó junto a la mesita detrabajo, de forma inmediata empezó a ojear las fotografías. Primero apartó variasimágenes, después tomó el cuaderno de trabajo y colocó sobre él variasfotografías sin pegarlas, como tratando de visualizar el orden, recortó variosdetalles de algunas otras fotos que había apartado y comenzó a platicarme sobresu interés en las artes, que siempre le había gustado la pintura, que alguna vezhabía estado en un taller libre de pintura como parte de las materias electivas quepodía tomar en su carrera, aunque le gustaba de verdad, sabía que no era lo suyo;pregunté por qué lo decía y me contó su experiencia en el taller, donde el maestroal parecer le mencionó varias veces que lo que ella pintaba estaba muy fácil y queeso no funcionaba, ella notaba como sus compañeros podían hacer mejorestrazos, y sentía que no estaba en el lugar adecuado a pesar de ser algo quedisfrutaba y quería hacerlo sólo de forma recreativa; una de las actividades quedice recordar durante su curso fue cuando se les pidió que llevarán una pinturaque quisiera recrear, ella llevó “La Manzana y la mariposa” de Dalí, pero elmaestro no la dejó hacerla porque parecía ser muy fácil según argumentó. Estasexperiencias dice ella, la desanimaron, pues a pesar de no saber mucho del artehabía entrado con mucho entusiasmo, quería aprender un poco, tenía ya uncaballete y varios óleos que al fin iba poder usar, incluso había imaginado esapintura colgada en alguna parte de su casa pero se dio cuenta que no funcionabamuy bien para eso.
La interrogué si al terminar la materia ella había pintado la manzana que quería, me dijo que no, que ya había guardado todo eso, hizo una pausa y siguió recortando de manera muy cuidadosa los elementos. Mencionó que algo que le gustaba mucho de las pinturas era el relieve, que parezcan que salen del cuadro, a partir de aquí empezó a concentrarse sólo en la construcción de la pieza y dejo un poco de lado las anécdotas, pegó una primera imagen completa en el cuaderno y de otra más cortó sólo un pedazo donde le colocó atrás varias capas del cartón sobrante y ese pedazo lo colocó junto a la primera, entre una y otra se lograba ver cierta altura, separando las fotografías, haciendo la pieza tridimensional. Con su dedo sentía la base como corroborando que tuviera la altura adecuada, después cortó con cuidado unos personajes que aparecía en otra foto en contraluz y sólo se apreciaba la silueta, los pegó en la primera fotografía que era de un paisaje, ojeó una revistas y se detuvo en una hoja por varios segundos donde aparecían varios insectos, recortó una mariposa y la colocó en el centro de la primera fotografía de forma que las alas quedaran levantadas, como los libro “Pop Up”, como si la mariposa saliera de la foto. Miró su trabajo y me dijo que le gustaría pintar al rededor, pero que no sabía si hacerlo, porque no quería echarlo a perder, le pregunté si conocía los colores pasteles, use otra hoja y le mostré como podía usarlos, tomó un trozo de hoja que no estaba utilizando y probó un poco con el pastel pero parecía estar aún insegura, le dije que si ella quería pintar que lo podía hacer, sonrió, buscó un color y empezó a pintar de manera muy suave alrededor de las fotografías. Cuando terminó de colorear, agarró otro color con mayor intensidad y apoyó con más firmeza sobre la hoja, por último lo contemplo unos minutos, sonrió y me dijo que ya había terminado.
Pregunté si quería conservarlo, me dijo que si y lo cortó con cuidado, cuando ellaempezó a recoger el material miró la contrapartida de la revista y me preguntó si lepodía pegar una frase, le dije que si era lo que quería si, así que tomó la frase. Deja que tus pasos te guíen a la iluminación, le pregunté cómo se encontraba,me dijo que bien y que le había gustado mucho la actividad, le pregunté si podíasaber que iba a hacer con el trabajo y me dijo que lo iba a pegar en su cuarto.Casi al despedirse se acercó otra señora que parecía ser familiar de ella y le dijoque estaba muy hermoso lo que había hecho y muy creativo, la chica volvió asonreír y regreso con su mamá.
La primera imagen que seleccionó fue de un paisaje de árboles alrededor de unsendero, en conjunto formaban una especie de túnel donde al final se podíaapreciar un poco más de luz, los tonos que prevalecen son colores cálidos y vivos,sin embargo, junto posicionó el trozo de otra fotografía que semeja a un pasillopero que estaba en escala de grises en alto contraste, aquí aparecen 3 personasque apenas se logran apreciar como un hombre una mujer y un infante, las figurasaparecen en una especie de contraluz, así que la identidad al quedar oculta da laopción de asumirla quien quiera, a este pedazo de foto fue al que le dio unaespecie de altura con el cartón, trató de empatarlo con la imagen del paisaje peropuso específica atención en que resaltara con la altura como si estuviera porencima del otro. Al paisaje lo intervino con 4 personajes más, un infante de nuevoy en contra luz que parecía correr hacia la parte luminosa del paisaje, dos gatossentados, que igual estaban en contra luz, los colocó un poco abajo y a unextremos opuestos al niño, y por último la mariposa, que posicionó en el centrocon un efecto.
Estos 4 elementos aunque se encontraban separados parecíaninteractuar entre sí desde la acción del mirar. Parecía que los gatos seguían alniño con la mirada y el niño a la mariposa, según la lectura de las posiciones quetienen. Y por último la frase la cual parecía haber quedado a modo de título,haciendo énfasis en la seguridad necesaria para lograr un objetivo.
Aunque ella estaba trabajando con fotografía, daba la impresión que pensaba en componer de manera pictórica, construyendo un escenario en el que involucraba una especie de volumen, que parecía salir de la superficie bidimensional, a pesar de que en varias ocasiones comentó que no era buena para pintar, pareció que encontró en la fotografía una manera de construir imágenes que le permitía crear escenarios diversos y tan creativos como su imaginación dijera, a pesar de su previa experiencia con la plástica. No pude evitar sentir un poco de desagrado al escuchar su anécdota con el taller de pintura, pues hoy en día muchas personas viven desconectadas de su parte sensible lo que no permite generar empatía, el ofrecer talleres de arte libre, podría fungir para fomentar la sensibilidad, la capacidad creativa y la apreciación.
Las limitantes y la falta de estimulación o comprensión de algunos que instruyen, pueden frenar este acercamiento, alejando en algunos casos por completo al interesado, que en varios casos no busca hacer carrera sino, la simple experimentación como actividad recreativa y sensitiva, generando frustración o alguna reacción negativa en él, alejandolo.
Involucrar y cultivar en experiencias sensibles, hoy en día es una gran responsabilidad, tan importante para la formación de niños, jóvenes y adultos.
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Joyce Mtz. Medrano, Egresada de la facultad de artes plásticas con licenciatura en fotografía, ha concluido diversos diplomados y cursos con relación al arte, la cultura y la salud. Cuenta con varias exposiciones colectivas dentro del estado de Veracruz, México y Graz, Austria. Desde hace tres años se dedica a la docencia fotográfica en diferentes niveles educativos, ademas de trabajar en proyectos fotográficos personales y de índole social de manera independiente.
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