Ese es mi hijo.
Una mujer de aproximadamente unos 55 años, se mostró curiosa al observar el estante del material, por un momento intercambiamos una sonrisa y entonces le pregunté si le gustaría trabajar alguna imagen, de manera amable sonrió y después de pensarlo unos segundos, argumentó que no sabía dibujar, pero igual accedió a ver las fotos.
Ella iba acompañada por su esposo, y en cuanto comenzó a observar las fotos empezó́ a hacer comentarios con él de forma un tanto privada, parecía querer involucrarlo mientras le explicaba a su modo lo que se tenía qué hacer con las fotos, él accedió a platicar un poco con ella, pero no contemplo mucho la idea de pasar las fotos él mismo, sino más bien se limitó a responder los comentarios que ella hacía.
Después de observar todas imágenes, la señora seleccionó una y mirándola fijamente comenzó a trazar con un plumón la hoja del cuadernillo mientras volvía a decirme que ella no sabía dibujar, como intentando justificar su destreza, pero le reiteré que eso no era necesario aquí.
Empezó a recortar la fotografía cuidando los bordes y después a dibujar sobre ella, cuando hubo realizado unos pequeños pájaros en el cielo, decidió tomar la revista y con detenimiento comenzó a buscar algo específico aparentemente, hasta que se topó con la foto de un chico que tenía los brazos abiertos, lo separó del resto de la imagen teniendo especial cuidado con las extremidades y lo pegó sobre el paisaje que había elegido, y volvió a tomar el plumón gris para seguir dibujando sobre la fotografía, en el centro colocó una especie de cruz, y abajo cerca de las piedras de la orilla puso el nombre “Josué”, ojeó en el material y decidió probar con los colores pastel para pintar parte de la arena de la fotografía, pero cuando terminó de colorear dijo de manera abierta y levantando la fotografía: “¿Qué estoy expresando aquí?” mientras la dirigía a su esposo, el señor aun y con la aparente intención de decir algo, miró la imagen pero no dijo nada, a lo que la señora agregó: “Ese es mi hijo, cuando estaba bien”, me volteo a ver a mi como esperando cierta reacción, la miré y le pregunté que era el símbolo de en medio, me confirmó que era una cruz, que la había puesto ahí porque era como encomendarse a Dios por la situación que estaba pasando, que a su hijo le gustaba mucho estar así libre. Mientras miraba la fotografía, le pregunté si donde ellos vivía había playas o algo parecido a la imagen, me dijo que sí, que había muchas playas hermosas, mientras se le empezaba a cortar la voz, y aunque intentó contenerse, algunas lágrimas cayeron, quiso mantenerse tranquila, así que le pedí que respirara profundo, para ese entonces su esposo había ido a la parte de hospitalización. Cuando estuvo más tranquila siguió contando sobre las cosas que su hijo hacía cuando estaba bien, que le gustaba ir y sentarse en la playa y mirar las olas junto con su hija pequeña, después miró por varios segundo la fotografía y sonrió un poco, me dijo que eso era todo lo que quería hacer en la foto.
Le pregunté si quería conservar la imagen, me volteó a ver, sonrió ampliamente y me dijo que sí, que le iba a poner en un cuadro para tenerla presente, le pregunté que cómo se encontraba me dijo que se sentía mucho mejor.
Aunque siempre amable, en un principio se mostró un poco reservada a dialogar conmigo, parecía que su intención era llevar la actividad con su esposo, y aunque este se mostró amigable, aparentemente no quiso involucrarse, y después de cierto tiempo tuvo que retirarse de la sala por unos minutos. A pesar de mencionar en repetidas ocasiones que no era muy buena para los trazos, encontró otras maneras para seguir elaborando su fotografía, en breve empezó a hablar sobre sus emociones como si tuviera que exponer o explicar lo que estaba haciendo, de alguna forma me miraba como esperando que le diera mi opinión o algunas palabras, como cuando intentaba hacer dialogo con su esposo, yo me enfoqué a hablar sobre los elementos de la imagen, pues sólo utilizó un recorte y lo demás lo dibujó ella misma, no quise suponer nada al respecto y fue como ella me aclaró el uso de estos elementos. La imagen que eligió fue un paisaje de playa en blanco y negro que cuenta con unas especies de estructuras que aparentan ser un camino hacia el mar, al final se logra ver otra estructura, pero no es fácil de reconocer.
Pese a la imagen por su aspecto monocromático y composición da una sensación melancólica, para la familiar era un paisaje que denotaba cierta luz y recuerdos armoniosos, complementó en un principio con algunas gaviotas, como las que comentó suele haber en su ciudad natal, aunque estos primeros trazos parecían más como una simple experimentación, la imagen pareció cobrar mayor fuerza cuando colocó el recorte de un joven a color y con los brazos extendidos que comunicaba cierta alegría según ella. Fue muy clara en cuanto a ese personaje, se apropió de aquel joven sin nombre y lo asumió como un recuerdo de cuando su hijo estaba bien. Terminó colocando un símbolo de fe, y poniendo el nombre de su hijo.
No podría concluir que ella sabía que era lo que quería hacer desde un principio, aunque se notó muy segura en la mayoría de sus movimientos, o si fue entonces la imagen la que propone el tema.
La fotografía tiene un poder de asociación muy grande, cuando algo se está buscando y específicamente se encuentra en una situación vulnerable es probable que uno vea mensajes claro que no para todos sean igual, y aunque no precisamente tengan esa intención. En esta ocasión ella se toma la libertad de ver todas las fotografías y una vez dada una vuelta, decide regresar y mirar específicamente una, comienza a verla y trata de trazar algo en el papel, después se arrepiente y decide mejor trabajar sobre la misma imagen, la acción de hacer y deshacer sin alguna duda, denotan cierta seguridad, es entonces donde podría pensar que ya tenía en claro que era lo que quería ver.
Muchas veces el fotógrafo tiende a visualizar lo que quiere capturar, esto puede llevarse desde algunos microsegundos, hasta días, dependiendo lo que esté por registrar, en este caso, ella construye su fotografía a partir de una pre visualización, de un tema específico, un recuerdo, logrando a través de la creatividad visualizar a su hijo en un estado mejor, aunque pasado también, pero es importante considerar la intención de querer conservar esa imagen mental y materializarla, no es exactamente la foto de su hijo pero si existe una identificación en aquel joven del cual se apropia para hablar de su familia, controla y crea un espacio mejor, al cual agrega un valor emocional, pues además de decidir quedarse con la imagen, comentó que posteriormente la enmarcaría y conservaría en un lugar especial. Finalmente esa imagen de la cual ella no era consiente cual había sido la primera intención de captu, ahora y con algunos cuantos acomodos se había transformado en una memoria personal.
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Joyce Mtz. Medrano, Egresada de la facultad de artes plásticas con licenciatura en fotografía, ha concluido diversos diplomados y cursos con relación al arte, la cultura y la salud. Cuenta con varias exposiciones colectivas dentro del estado de Veracruz, México y Graz, Austria. Desde hace tres años se dedica a la docencia fotográfica en diferentes niveles educativos, ademas de trabajar en proyectos fotográficos personales y de índole social de manera independiente.
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