Un recordatorio.
Durante el tiempo en el que recorrió la sesión, mostré las imágenes a varias personas en la sala y aunque amables, sólo un hombre de aproximadamente 36 años se mostró activo en la sesión, primero me preguntó si podía ver la revista que llevaba, así que se la di.
En los últimos 15 minutos, empecé a ordenar el material para que fuera más fácil guardarlo, fue entonces cuando me preguntó si podía ver las fotografías, le dije que sí, pero en ese momento hubo una interrupción en la actividad, ya que llegó el personal del área a dar una dinámica a los familiares presentes, el joven que se encontraba conmigo, parecía no querer atender, pero la insistencia del personal lo hizo ceder, noté que no se sintió muy libre en su decisión, yo permanecí en silenció mientras observaba la actividad. Cuando terminó esto, el chico me volteó a ver y dijo “ahora sí” y sonrió de nuevo empezó a ojear las fotografías, mencionó que algunas le parecían muy tristes, y me cuestionó si no me parecían igual a mí, yo no di mi opinión personal, sin embargo le comenté que cada persona podía encontrar significados diferentes y que eso era respetable, (cabe mencionar que para esta sesión, ya se había utilizado bastante material previamente y se había reducido la posible “variedad” de imágenes), me miró y pareció aceptar mi respuesta, y siguió observando, cuando llegó a una de las pocas fotografías que ocupaba toda la hoja, se detuvo. En ella se podía apreciar una estructura en blanco y negro, me dijo que le había gustado mucho esa fotografía y me devolvió las fotografías, así que le pregunté si la quería, de manera apenada me dijo que no, que pues no iba a trabajar la foto y no quería quitarme el material, le dije que no importaba que si la quería conservar que podía quedársela, de manera un poco asombrada la tomó. Posteriormente le pregunté si quería colocarle algún escrito, me dijo que no que así estaba bien porque ese día ya se iba a ir del hospital, que el que estaba enfermo era su hermano pero que afortunadamente ya ese día o al siguiente ya lo iban a dar de alta y que se regresaban a Puebla, que esa iglesia le recordaba a las que hay en Puebla y la estructura de ellas le gustaba mucho. Hizo una pequeña pausa, y comentó que mientras uno está ahí en la sala de espera pasan muchas cosas por la cabeza, que tienen mucho tiempo para pensar y que de repente vienen pensamientos sobre las cosas que uno no ha hecho o dejó de hacer, que se acordaba que le gustaba mucho andar en moto y que dejó de hacerlo, y que quiere volver a usarla, retomar actividades y hacer muchas cosas que no ha hecho, porque cuando uno está ahí se pone a pensar en todo eso, hizo otra breve pausa mientras veía la foto y comentó que le hubiera gustado viajar cuando era más joven, ir a otros países, ir a Europa, como a Alemania, y que esa foto también lo hacía pensar en ese país, específicamente a las fotos de la segunda guerra mundial, por el blanco negro tan intenso. Comentó acerca de los campos de concentración, de cómo era interesante conocer la historia de ese momento que había sido muy fuerte, pero después de unos minutos pareció sorprenderse encontrarse hablando de eso y dejo el tema y regreso a las cosas que le gustaban, que él solía ir a la naturaleza, acampar o ir al río y pescar, que la sensación de hacer las cosas con sus propias manos y tener esos momento de interacción con la naturaleza era muy satisfactorio, que le producían cierta tranquilidad, y que ha sido de las cosas que ha contemplado en volver a hacer después de estar ahí, pues que ha reflexionado al respecto y se da cuenta que a veces las cosas no pasan como queremos y que le gustaría hacer cosas que lo lleven a sentirse mejor y a disfrutan más.
Hizo una pausa más larga y me preguntó ¿Por qué hacía yo eso?, que porque él había perdido la fe en muchas cosas y que el nota que a veces mucha gente hace cosas así solo porque es parte su trabajo, pero que no ve siempre una intención sincera, entonces le expliqué que el taller era parte de mis preocupaciones personales, que me interesa mucho acercar y relacionar la imagen con la comunicación, la creatividad y como medio expresión, en diversos grupos de mi comunidad, asistir en lo que pudiera a las personas y poder ligar eso con la fotografía, de forma constructiva era necesario en la situación actual. Pareció convencerlo de alguna manera mi respuesta y dijo que estaba bien, sonrió y de forma un tanto sorprendida, me dijo que le parecía curioso como una imagen así sin haberla visto antes, le había recordado todo lo que había pensado en el tiempo que había estado ahí, justamente un día antes de irse, casi como si hubiera sido un recordatorio, y me dio las gracias.
Durante el paso de la sesión se mostró distante pero por algunos momentos observaba cuando le mostraba las fotos a otros familiares, una vez que decide ver el material su postura se relajó poco a poco y de maneras efusivas iba narrando las cosas que había estado pensando durante su estancia en el hospital mesclando con recuerdos y asociaciones que le había producido la imagen.
Aunque no intervino la fotografía, la selección de esa imagen a diferencia del resto, hace notar cierta empatía por los elementos que encontró en ella, lo que propició externar diversos pensamientos. El primero tenía que ver con elemento que resaltó en la imagen, la estructura, a la cual determino como iglesia, aunque no se lograba ver ningún símbolo religioso, por lo que la asociación que hizo fue con el parecido que encontró con respecto a las que hay en Puebla, de donde es él. Al encontrarse en una ciudad ajena y en una situación no favorable puede propiciar añoranzas con respecto a nuestra ciudad natal, y al interactuar con ciertas imágenes puede evocar y concentrar pensamientos y memorias. Mediante la contemplación de la imagen, esa estructura funcionó como conexión a otras ideas, al hacerlo pensar en Alemania hizo memoria de un deseo que tuvo cuando era más joven, el de viajar y que por alguna razón no realizó, aunque no mencionó porque lo dejó pasar, reflexionó sobre aquellas otras cosas que no hizo, y empezó a relacionarlo con su experiencia en el hospital, y el tiempo de espera que conlleva el estar en esa situación, tiempo que le había servido para pensar en todo lo que había dejado de hacer y que al estar consciente de la situación familiar por la que pasaba sabía que tenía que retomar esas actividades, porque las cosas no siempre pasaban como las planea uno.
Una fotografía en la que no se logra apreciar el lugar específico de la toma, ni tiempo, la mnemotécnica que produce puede ser tan fuerte como sean los referentes de quien la está mirando, y aunque tal vez en un ambiente neutral esa fotografía no habría hecho un click así de fuerte, plantear la actividad a escoger una imagen, de cierta manera dirigió al familiar a buscar algo de sí que puede vincular con lo mostrado, detonando ideas, recuerdos, emociones que pueden evolucionar a ciertas reflexiones y así mostrar lo que en el momento tiene cierta relevancia para el observador.
La memoria tiende a colocar de manera descendente los recuerdos según son su relevancia, recuerdos que al ser estimulado con una fotografía puede traer al presente temas que por alguna razón habían sido tapados o rezagados por los nuevos adquiridos con el paso del tiempo, y así por medio de la invocación de los temas por medio de la fotografía tener una pequeña retrospectiva sobre lo que hemos sido, somos ahora, y tal vez en algún punto lo que queramos ser.
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Joyce Mtz. Medrano, Egresada de la facultad de artes plásticas con licenciatura en fotografía, ha concluido diversos diplomados y cursos con relación al arte, la cultura y la salud. Cuenta con varias exposiciones colectivas dentro del estado de Veracruz, México y Graz, Austria. Desde hace tres años se dedica a la docencia fotográfica en diferentes niveles educativos, ademas de trabajar en proyectos fotográficos personales y de índole social de manera independiente.
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